Casi que te quedas Sol en la puerta de los desamparados del ayer. Pero venimos a revivirnos tierrita húmeda entrando por los dedos de los pies como si no tuviéramos el corazón hecho de barro y que me entregues tu cuerpito vestido en luna contenta apareciendo enorme en el pecho casi sin voz: porque este es el momento en que la piedra se parte se desarma y te desenvolves los ojos Vení rubí al fondo del cielo dame un gesto blando que me pueda el amor; reformulá la vocal ajena decime el río que me entregas y que no te deshagas de ésta risa dada vuelta ésta caricia multifuncional a la memoria en una mano Pero es que no entenderías que todo esto no es más que la blandura del ala dormitando la mañana anaranjada y se me cae en cada poro el filo del horizonte cuando entonces quiero explicarte cómo es que tus huesos se recomponen y entretanto yo te presto una vértebra para escamparte el terreno árido donde te broten tres hojitas y pueda entonces verte sin sombra y Qué me importa que hablemos de dolor, sol en la puerta de los renacidos entre las tumbas del hoy, te regalo la metáfora más pura y vos tendeme la mano más blanca a pedido de algún cielo en común que nos dé la mirada más luz en los años habidos por venir: este es el momento en que nos desarmamos las células y voy a decirte un respiro vivo de cubrirte entre las palmas y entonces no entenderías como es que quiero sol-ocaso todo ahí dentro- que siempre sea ésta felicidad bordeándote el núcleo eterno lo que pueda darte, Y así sea siempre ésta felicidad
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