(Me quedé despierta hasta las diez de la mañana. Me quedé dos horas mirando a la nada. Mis ojos se caían mi mente permanecía plana, inerte. La habitación del todo gris y la lluvia azotandose en la ventana. Me quedé ingenuamente esperando algo parecido a la poesía. -Así yo no hubiera estado ahí, así ninguna cosa hubiera estado, la poesía igual estaba empujando desde el subsuelo, obligando su existencia, siendo la fuerza cuya consecuencia es el mundo. Contemplar es una forma de estar en la vida y escribir es una forma de mediarla: el estado de poesía es un oasis en el tiempo. o es el hueso ardido. o es la médula del espíritu. o la pupila penetrando el espacio de la nada. o el tiempo mismo, o quizá no es nada que se le parezca. Pero es. Y es anterior: anticipa el universo: cada fruto atmósfera destino: ¿cuántas horas tiene un cuerpo hasta quebrar su piel helada?- Me quedé quieta y no encontré nada. De tan inmóvil en mi oído agudo un golpeteo resonaba. Era mi sangre en estado de ebullición. Era mi cuerpo que me encontraba.)
top of page
Priscila Vallone
bottom of page
Comentarios