Empezaba a pensar que de repente sabía qué era estar bien Los días no dolían a veces despertaba cansada pero fuera del dolor del pecho apretado de la garganta abollada Ahora pequeña enajenada reducida y al margen Doy vueltas en círculos interminables escapando de tormentas mentales que no quiero encontrarme de frente sabiendo que en cualquier momento me van a encontrar Ahora pequeña lejos de la comodidad de los últimos días lejos del amor que se había hecho casa para dejar que me acurruque fugaz en un hilo de ternura que se ovilla y escapa Tengo la certeza en el cuerpo la sensación de una angustia intermitente que aunque gire y siga huyendo no deja de crecer El cuerpo registra a niveles estrafalarios el estado de malestar la tempestad en la sangre el comienzo de todo huracán Se habitúa a estar alerta a querer defenderse hasta de si mismo al punto de estallar para no volver a doler Ahora pequeña y distante orbitando Plutón para estar lejos del mundo mojo mi nuca ardida con agua fría respiro profundo para ver si sigo acá viva intacta completa y rota como un modelo propio para armar Como única opción posible para seguir Pidiéndole a cualquier astro que esta vez no sea en vano Que por favor alguna cosa no me deje sentir el vértigo de volver a ser escombro Que se lleve las náuseas el estadío retorcido todo aquello que me anula y me hace temblar del miedo que tengo a que la vida, finalmente sea esto
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Priscila Vallone
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