Que vendrías a un lugar que no pausa. Que todo sería más importante que tu deseo. Que tu cuerpo que desea. Que tu deseo que te empuja y te hace cada día. Que el límite sería la existencia. Que la sangre del sol te abrumaría para siempre. Que el sol no es la luz y que la sangre son tus pasos. Que las cosas no dichas o las palabras recibidas o los márgenes a cuestas constituirían tu caída. La lucha contra tu persona y su voluntad. Que para siempre sería todo aquello que no fue. Todo interviene y se va, menos aquello que no dejaste pasar. Atravesarte. ¿Qué cosa puede irse sin venir? Que necesitarías con todas tus fuerzas volver atrás. Que continuar en paralelo y a contra voluntad sería la fatiga más grande. Que hay cosas irreversibles que condicionan tu tiempo, tu postura, tus fuerzas, tu motivo. Que vendrías a un lugar que te exige no reparar en nada, solo seguir, siempre seguir, porque la vida se trata de seguir y seguir linealmente hacia adelante trabajar-adquirir bienes-casarse-tener hijos-morir, trabajar-ganar dinero-viajar por el mundo-morir, trabajar-ser comunitario-dar el ejemplo-morir - múltiples variaciones-. ¿Cuál es la realidad interior? ¿A qué tiempo va cada presente? ¿Qué deseo conduce hacia el afuera? ¿Cuántos son los vínculos imprescindibles? ¿Cómo saber a qué energía mutar? ¿Cuántas las pausas que permiten oxigenar? -y sin estos registros- ¿Es posible hacerte posible?
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Priscila Vallone
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