29-05, 7.00 am
Despierto en medio de la noche. Los pensamientos me despiertan. No sé de dónde vienen ni cuándo comienzan pero abro los ojos y me encuentro pensando: Oscuridades oblicuas me atraviesan el cuerpo. Todos los espacios son pequeños y se llenan de pensamiento, uno mueve la mirada hacia otra esquina a ver si algo merma y apacigua y languidece, pero no es posible. No hay qué calme el estado del pensamiento que se quema, que corre por si solo, que va delante de uno mismo y no se alcanza ni se deja. Me despierto y escribo cosas. Frases sin sentido. Trato de descifrar mi pensamiento y su origen y hacia dónde va: y es entonces cuando no logro estar en ningún lado: ni dormida ni despierta ni yendo ni viniendo ni estar quieta ni en movimiento: Hay miedo en mi cuerpo y no lo escucho. Hay otras zonas que también quieren correr. salir de la cama, atravesar la ciudad, correr hasta cansarme y caer dormida dormir plenamente mi pecho latiendo fuerte me hunde entre las sábanas: Todas mis oscuridades se alargan y desaparecen. Ahora la mañana también despierta y sube por la ventana. Ahora ya es de día y tengo que vivirlo. Mis ojos fríos distorsionando el tiempo. Mi cráneo dolido e inquieto. Siento espasmos caminar por dentro. Siento que son dos las sangres que me recorren el cuerpo
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