Vine a morder cruda porque la crudeza no crece dientes A mi y a mis hermanas nos cortaron la lengua desde antes de nacer nos doblegaron el verbo nos enmudecieron la piel Nuestros labios se parten en cada golpe que engendra el silencio cómplice de quienes nos ven de quienes nos oyen e ignoran inmóviles Desde antes de ser cuerpo nuestras piernas ya eran abiertas para hacernos sangrar para cortarnos la carne para entrarnos en el óvulo y quebrarnos el espíritu A mi y a mis hermanas no nos dieron edad ninguna se sana o salva todas somos cuerpo para otro sexo carnada sin voluntad Mis hermanas moradas mis hermanas objeto Nos molieron de a poco una por una una menos una púrpura cada una desechada para que la noche enfríe desechada en partes para compactar desechada desnuda envuelta en cicatrices A mi y a mis hermanas nos huelen el miedo nos vuelven daño y descarte nos cazan y embolsan Cuando enterramos a una resucitamos todas A mi y a mis hermanas nos creció el fuego se nos incendiaron las venas nos crecieron los dientes para despedazar la crueldad Vine a morder cruda porque la crudeza arde y son mis hermanas latiendo a la par Y ahora que ya se nos oye el corazón desde lejos ahora que estamos ardidas ténganle miedo a nuestra libertad Por cada una que intenten quitarnos Seremos miles mordiendo detrás.
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Priscila Vallone
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