y qué es llorar
y qué es dolor
Bajarse los párpados ardidos en medio de la noche y no poder encontrar ni un espacio vacío para descansar del peso de la necesidad que trae la ausencia. No poder dormir que el cuerpo quiera acelerar las horas en vigilia a ver hasta cuándo se puede aguantar el desarme sin llegar al fin, no comer no hablar no gritar no respirar la garganta asfixiándose siempre en lo que se repiten una y otra vez los sucesos que significan pura muerte, dos años de revivir las sombras cada noche, y aun queriendo desesperadamente revivir en forma de un canto o de una risa no poder no poder, y no poder: en cambio el rostro frío todavía, cada noche cierro los ojos y te recorro de pies a cabeza sobre la camilla metálica, cada noche entro a verte inmóvil y tocarte de nuevo y reconstruyo la importancia de que estuvieras tibio, eso sí que es importante, cuando todavía te dejaban tener los ojitos abiertos cuando ninguna herida estaba vendada cuando no estabas vestido y tu pelo seguía húmedo, tu sangre en mi mano seguía húmeda y eso era tan bueno porque era lo último de tu vida Vidita. Entonces todavía podía separarte un dedito de otro antes de que se congelaran a lo largo de la noche y si tocaba tu pancita aún se hundía y tu cuerpito estaba dócil y liviano y yo estaba ahí amándote. Amándote. Yo pensaba qué hace un cadáver tan pequeño con tanto amor queriendo penetrarlo sin siquiera darse cuenta, y qué hago yo con tanto amor explotándome los órganos si poder darlo implica ser recibido y vos Vidita no podías, no podías, vos ya no podías. Y entonces yo te decía que me perdones vida, que me perdones no haberlo dicho antes que me perdones el abrazo que te daba tarde que me perdones el sacudirte un poco pero es que me parecía posible que estuvieras haciéndote el dormido como solías Vidita y no no era eso, era que ya no podías, no podrías nunca más. Abrir los ojos y volver al mundo y para qué. Abrir los ojos en el desespero sin saber qué hacer abrir los ojos a la plena falta de sentido abrir los ojos tomar agua respirar hondo darse vuelta para qué: Eso, todo eso es llorar. Dolor es todos los días la vida Vidita. volvé.
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