Era mía Solía poseerla porque era mía Solo mía Toda mía Mía mía Mía más que cualquiera Mía más que nadie Mía espejo vidriándose en la calle Mía musicando círculos de armónica Mía aplumándose paloma Mía demarrándose enredándose de cordones Mía híbrida de colores Mía rota, mía hilísima Con el aire, en el aire Casi se moja ¡Y qué no te destiñas! No Aún agoteada Mía mía Mía sería Mía más que de nadie Resbalándose por mis pómulos Escapándose entre mis dedos Fluyéndose de piano siéntica mí A mis pies al barro mía mar arremolina mi mano solar en destellos, dedo a dedo se desprendía. ¡Y que no te congeles! No Llora llanto, más no te muerdas pedazos de sí Pendes de mi labio hendido Calidízate aún inmóvil Mía nata Mía tela Que ahora vomita fuego en brisa Se adentra y borronea Del corazón anaranjado, al borde del cielo, negroazul A mis ojos canica a mi piel casi cal
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Priscila Vallone
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