Ajenas

Zumo de flor y naranjas

Ella está en amor con ella. Ella le levanta una pierna y ella le acaricia un contorno retraído. Ella descubre más contornos retraídos y una vía introcosmular. Ella sabe qué significa y ella le da significado de temblar violeta pálido y ceder tiempo si hay herida, o estornudo, o menos vísperas de las contadas en ella cuando ella está abstraída del hogar y la pulsión y el frío. Ella está en amor con ella y ella está dormida dentro. Se dan la mano y florecen en el lugar, no son un jardín ni tienen la estación y no se enamoran de sus manos ni de las hojas pero se enlazan el cuerpo a gajos de distancias chiquitas entre los ojos y grandes entre los dedos: ella sobre ella tiene fiebre. La cara de ella es naranja y las vértebras de ella son naranjas el jugo blando se esparce espeso en retroceso hasta la ventana del inicio donde ella corre y ella salta para correrla hasta donde salta ella tira un trébol y ella no sabe si es un diente de león o una pluma y el aire gotea y se quedan sin velas sin narices sin jardín. Ella se entierra junto a la arboleda y ella le dice que el cielo es más bonito, el cielo es más bonito, pero no se toca ni se huele y la tierra se levanta de costado a ver si ella va a buscarla a ella se le cae la piel arrugada y ella entre las olas se quedó contando pececitos, mientras ella en otra parte, tiraba piedritas al cardumen.

Zumo de naranja y flores

Ella está en desamor. Ella quiere que ella retorne pero ella juega a irse despacio. Ella tiene angustia y ella ríe sobre. Ya no tienen desnudez y si son cuerpo son pulmón donde ella nada al fondo y ella hace nido en el rincón. Ella tiene seres preciosos comiendo de sus ojos. Ella se deja florecer en un olvido infinito. Casi son jardín donde germinar lo que viniera. Ella tira de ella pero no lo logra no lo logra, ella inmóvil no repara, ellas plantas se entreveran pulmonares en el espacio y se entrecortan, no se dejan, tiran fuerte, se desaman, no lo logran,

no lo logran